Con la llegada del verano son muchas las personas que tienen puesta en su mente unas vacaciones con el objetivo de poder desconectar y volver con energías renovadas. Aunque muchos viajes se realizan con medios de transporte público (como puede ser el avión, el tren o el autobús) hay otros tantos que prefieren la comodidad de contar con su propio vehículo para los desplazamientos. Si este es el caso hay que tener en cuenta una serie de consejos para poder viajar tranquilos. Desde la misma Dirección General de Tráfico (DGT) advierten de que, durante el periodo estival, se contabiliza un mayor número de desplazamientos, lo que conlleva a una circulación más intensa y, por tramos, congestionada. También ocurre que muchos conductores optan por proseguir su viaje de noche con la idea de llegar cuanto antes a su lugar de destino y la visibilidad siempre es menor. A esto hay que añadir que los trayectos de largo recorrido se ven aumentados, lo que hace que la probabilidad de tener un accidente aumente. Con todo lo anterior en mente vamos a desglosar los principales consejos que conviene tener en cuenta antes de ponerse en la carretera.

Seguros para coches.

Es obligatorio a la hora de circular contar con, al menos, el seguro a terceros que cubre, en caso de accidente, a la otra parte implicada en el mismo. Aunque ese es el seguro más básico no hay que olvidar que se pueden incluir extras tales como asistencia en carretera, por si se tiene una avería, por ejemplo, a mitad de viaje. Este tipo de coberturas se pueden añadir, sin ningún problema a la póliza que se tenga contratada con tan sólo contactar con la aseguradora. Es una buena forma de asegurarse que, precisamente, cuando más se va a usar el vehículo se cuenta con un respaldo, por si fuera necesario.

Revisión en un taller.

A no ser que se tenga conocimientos mecánicos lo mejor es pedir cita y que los profesionales se encarguen de revisar que todo está a punto. Nos referimos a cosas básicas tales como los frenos, los neumáticos, el aceite… Por supuesto, si existe una avería mayor hay que repararla cuanto antes. En el caso en el que todo esté correcto será un trámite menor que apenas requerirá de un desembolso significativo y que sí que marcará la diferencia a la hora de sentirse seguros en la carretera.

Extras que han de ir en el vehículo.

Nunca se deben olvidar los triángulos, el chaleco reflectante, el gato, una rueda de repuesto y una caja de herramientas básica. Esto puede salvar de más de un apuro y, lo más importante, nos hace visibles en las zonas donde hay poca visibilidad, lo que puede evitar que el incidente sea aún más grave. A lo anterior, por supuesto, siempre hay que añadirle la documentación básica, como los papeles del coche y el carnet de conducir. Tampoco está de más echar calzado cómodo, máxime cuando está previsto que el recorrido a cubrir sea largo, y ropa veraniega. El sentirse cómodo al volante sí que es importante.

Revisar el parte meteorológico.

Antes de nada hay que tomarse unos minutos y ver qué panorama se presentará en la carretera desde el punto de partida hasta el lugar de destino. Además, suele haber recomendaciones generales en las que se informa de los puntos más conflictivos y a evitar porque suelen soportar más atascos o por haber sucedido un accidente. En este caso, la radio resulta ser una gran aliada. De acuerdo a la DGT, además, cada dos horas de conducción es recomendable tomarse un descanso de unos 20 minutos para estirar las piernas, comer, beber, ir al baño o lo que proceda. Y, por supuesto, en el caso de sentirse cansados, es mucho mejor hacer una parada inesperada y pernoctar cerca que arriesgarse y seguir al volante.

Respetar.

Las señales de tráfico y las normas están por un motivo muy concreto: preservar la seguridad de todos. Antes de arrancar, todos los ocupantes del vehículo han de llevar el cinturón de seguridad puesto. Además, siempre hay que estar atentos a los límites de velocidad y dejar una distancia de seguridad prudente para tener mayor maniobrabilidad, en el caso en el que sea necesario.

Gafas de sol y parasol.

En los momentos en los que el sol incida de tal manera que dificulte la visibilidad, se recomienda emplear el parasol y gafas de sol para asegurarse de que la carretera sigue siendo visible sin dificultades.

Aliados contra el calor.

El aire acondicionado puede ayudar mucho a que a conducción resulte más agradable. A esto hay que sumar el contar con alguna que otra bebida fría (no alcohólica, por supuesto) para el camino. En el caso de que haya que estacionar o aparcar, hay que procurar dejar el coche en zona de sombra para que al volver a cogerlo no resulte desagradable.

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