Ya estamos en junio. Los termómetros de un gran número de poblaciones en España dan fe. Las sombrillas vuelven a convertirse en un elemento estético en las playas de Dénia. El verano, como siempre, por adelantado, ya llegó. Es el momento de recordar las averías propias de esta calurosa estación. También, cómo no, llegados a este punto del calendario, debemos enseñarte a cómo conducir con seguridad en verano. De este modo, podrás realizar con tranquilidad ese viaje que tienes planificado.
Los diferencias de seguridad entre conducir en verano e invierno.
Lo primero que debes saber para conducir con seguridad en verano es que los vehículos tienen problemas típicos distintos en verano que en invierno. En época de frío, son comunes los fallos de arranque, por culpa de las baterías y calentadores, especialmente en lo diésel.
En cambio, en época de calor, los peligros son distintos.
Cómo conducir con seguridad en verano: la importancia del aire acondicionado
A pesar de que otros elementos del vehículo y su estado, como es la temperatura del motor, el dibujo de los neumáticos, la sequedad o humedad de los frenos o el grado de calor del turbo son importantes; el aire acondicionado es, probablemente, un elemento vital para conducir con seguridad en verano.
Es fundamental por varias razones:
· El aire acondicionado debe ponerse en marcha con frecuencia, no sólo en verano. Así evitamos que se resequen las juntas de estanqueidad. Esto es clave para viajar en verano con la temperatura idónea.
· También es importante comprobar el estado de la correa auxiliar o de accesorios. Estos auxiliares son: Ésta puede patinar si no está en buen estado o carece de la tensión correcta. Su papel es arrastrar el compresor, al conectar el aire acondicionado.
· Otro punto a revisar es el filtro del habitáculo. Puede estar tapado por polvo, polen, humedad, etc. Esto impide el correcto funcionamiento del sistema de aire acondicionado. Al estar obstruido, el aire no llegará bien a ti y a los tuyos, forzarás la entrada de aire, dando más velocidad al ventilador, y gastarás más energía para no pasar calor.
· Asimismo, deberemos probar la no obstrucción de la rejilla delantera del coche o parrilla del radiador. Ésta debe de estar 100% limpia si no queremos forzar de más la máquina.
· Por último, debemos tener en cuenta el fluido refrigénico. Este fluido, cuyo recipiente pierde su condición de hermético por no usar el aire en invierno, es fundamental. Al perder parte de este elemento en forma de gas, el sistema pierde eficiencia. Esto supone un trabajo extra para el compresor innecesario. Debemos revisar las presiones alta y baja del aire acondicionado.
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